(Crítica de Ernesto Carlín, publicada por el Diario "El Peruano" - Lunes, 20 de setiembre de 2010)
Dos hermanas ya entradas en años, María Fe (Haydee Cáceres) y Esperanza (Elvira de la Puente), viven en una casa que se derrumba de vieja junto con Felipe (Emanuel Soriano), un joven al que han criado juntas. Ambas paran peleándose por su particular forma de enfrentar los problemas. La primera es religiosa en extremo, mientras que la segunda se desvive por lo relacionado con la política. Por tal motivo, cuando deban ver cómo solucionar el calamitoso estado de su casa, una es partidaria de pedir ayuda a Dios, mientras que la otra piensa en el alcalde. En medio, el hijo de ambas tendrá que decidir.
Como es habitual en el Teatro Racional, se han buscado soluciones imaginativas al poco espacio del que se dispone. Por ejemplo, para dar la impresión de paredes a punto de desplomarse, se ha echado mano de telas que caen conforme avanza la trama. El olor a incienso y el vetusto mobiliario añaden su cuota de realismo al montaje.
La obra se ha estrenado con tino en plena época electoral y cercana a octubre, mes de gran religiosidad, lo que le da cierto sabor especial al montaje. Lo mejor de la pieza es la primera mitad, en la que unas inspiradas Cáceres y De la Puente dan vida a un delicioso contrapunto. Las actrices le dejan la valla bien alta al joven Soriano, quien trata de compensar exagerando su papel.
En la parte final se esbozan varios temas, resolviéndolos de forma apurada. Se plantea, por ejemplo, el oscuro origen de Felipe, asunto que se mantenía al principio en medio de una sugerente ambigüedad. Otro filón que se bosqueja pero que se zanja de manera sucinta es en el pasado de las hermanas, en especial el fracaso del matrimonio de una y la situación de paria política de la otra. Más allá de estas observaciones, se trata de una interesante pieza, ideal para reírnos por una hora de los fanatismos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario