Ellas son medias hermanas, comparten una viejísima casa y pelean sin tregua por sus creencias, por la casa y por el cariño de Felipe (Emanuel Soriano), el joven que han criado desde pequeño.
Cuando las paredes de la casa ya amenazan derrumbarse, es la perfecta oportunidad de probar ante Felipe quién llegará primero a salvarlas: Dios o el Alcalde. Pero… ¿Alguien atenderá el llamado de estas crédulas matronas? ¿Será posible reconstruir su casa sólo con la fe?
Mientras tanto, la paciencia de Felipe se agota. Su cuarto no tiene pared. Ya no sabe en quién creer. Y su gato… ¿dónde está su gato?
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